domingo, 23 de noviembre de 2008

Otro desvarío más de las 6


Otra vez por aquí, después de meses vuelvo a las hojas secas; ya bastante marchitas, ahuecadas, pútridas, y aún así se sigue sintiendo el otoño. ¿Por qué volver? No importa, tampoco tengo asuntos fundamentales que tratar. Quizás se deba a mi dedo morado que quería tocar el teclado, o al libro que pensé tenía poemas de Safo: Lo vi, me emocioné, me extasié, lo metí en mi cartera: ¿Qué resultó de todo eso? Nada de Safo, sólo una culebra del siglo XIX, habrá que esperar de qué trata.


Otra vez por aquí, aburrida, intentando hacer un ensayo decente. Pero como casi todo, inconcluso, hueco y episodio trivial de las horas. Tal vez sea una terapia para esperar sin tensiones. Tampoco es que tenga muchas ganas de escribir, no tengo tema ni necesidad de hacerlo, sólo sed y hambre de chocolate.


Pero debo seguir esperando después de mi acción democrática del día. Cuando pienso en todo lo que tuvo que pasar la humanidad para que hoy en día podamos teñir nuestro dedo de morado, me surge el ansia de escribir letras: Quiero una copa de vino y un belmont.


¿Dónde estará Ml? Hoy te prometo un poema...

No hay comentarios: