sábado, 20 de diciembre de 2008

A propósito de Descartes y el prurito...




Tanto tiempo huyendo, una eternidad en el oscuro cuarto hallando las formas geométricas de su cuerpo, de su alma...buscando entre los huesos y la perfección a Dios; perdiéndose y encontrándose. A mí me bastó “leer” el Discurso del Método para comprender nada, y a él también, intentaba resolver el espíritu como si tratara de teoremas o matrices. Tardó en ver que la geometría se equivocaba, que no garantizaba la “verdadera” existencia de un objeto o mejor dicho, el poder sentir su alma entre sus manos. Como dice Sabato, "la razón no sirve para la existencia". Sólo sirve para construir represas o civilizaciones. ¡Que pértiga lanzada en un pozo sin fin..!

Este prurito me tiene mal, con razón tanto desvarío.

(Dentro de poco quedaré como la muñeca de Reverón)


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