lunes, 7 de enero de 2008

Virginia Woolf


«Y en mí también la marea sube. La ola se hincha: arquea el dorso. Una vez más, siento nacer en mí un nuevo deseo: algo se alza debajo de mí como el fiero caballo al que su jinete aprieta las espuelas y retiene enseguida. ¡Oh, tú, mi montura, ¿cuál es el enemigo que percibimos avanzando hacia nosotros, en este momento en que golpeas con tu herradura el pavimento de las calles? Es la Muerte. La Muerte es nuestro enemigo. Y al encuentro de la Muerte cabalgo blandiendo la espada, con mis cabellos flotando al viento como los de un joven, como flotaban al viento los cabellos de Percival cuando galopaba en la India. hincando las espuelas contra los flancos de mi caballo, invencido, indomado, me precipito a tu encuentro, ¡oh Muerte!.

Y las olas se quebraron sobre la orilla.


Fragmento final de Las Olas de Virginia Woolf

1 comentario:

... dijo...

ME CAGASTE EL FINALLLLLLLLLLLLLLLL!!! NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
TODO MAL CON VOS... ¬¬