domingo, 27 de abril de 2008

Pequeño Demonio



Ayer cayó un diluvio sobre la ciudad..."diluvio" palabra que me hizo recordar a V contándome como le había ido en la prueba de admisión. (Tormenta, lluvia o...). Al final a todos nos provocó tomar algo caliente, seguramente las cúpulas y las bóvedas de la catedral nos confirieron rasgos de animales rastreros de sangre fría. El río que se formó en las avenidas nos arrastró al café del balcón, un café bastante esnobs y hasta estúpido, o quizá todos tengamos un" paladar superficial" pues ninguno supo diferenciar del café latte, mocaccino y bocacchino, todos con precios diferentes; o simplemente aquel café vestido de europeo sea sólo eso, un vestido. (Del mismo modo en Europa no está el mejor café)

Somos unas herejes dijo R...

Después nos fuimos a una reunión donde nadie había sido invitado, "el pequeño demonio" se intensificó y las rodajas de piña fueron desintegradas descaradamente por los jugos gástricos desesperados. De mucho nos sirvió, nos endulzamos, nos embadurnamos de "protector Nívea" y conocimos a un hombrecillo mínimo y horrible que inspiraba miedo, evidentemente lo ponen en la entrada para que no todos entren, a veces parece que el racismo es disfrazado con la sofisticación.

Quiero un café caliente en este momento de lluvia...

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