lunes, 29 de marzo de 2010

Estoy hecha...

...de melancolías, de recuerdos vanos al despertar pero sin reconocerlos, entonces me sumerjo es despertares lejanos y me escarbo en mis soledades, me caigo en un pasado casi desconocido pero me siento en él. Siento melancolía de la noche pasada, cuando al vislumbrar lámparas en ventanas ajenas me vi en años y me añoré, siento melancolía de la niña que pisaba hojas secas como si no hubiese más dicha en el mundo, pero también siento melancolía de los juegos que nunca pasaron; siento melancolía de la remota playa de septiembre del dos mil, cuando sin saberlo me crecían los senos y me redescubría en deseos; siento melancolía de mis tardes con Any, cuando nos contábamos todo lo que ya habíamos visto, siento melancolía de los crepúsculos vistos por mis padres, siento melancolía de los sueños que ya no tengo, de los sueños que no tuve y deseé alguna madrugada de insomnio, siento melancolía de comer carne, de leer los libros en voz alta, de mirar a los desconocidos sin mirarlos; siento melancolía de los amantes que me hicieron feliz amándome más de los que yo les amé, y aún más melancolía de aquellos que me hicieron menos feliz y que me amaron menos de lo que yo les amé, quizás muy poco. Siento melancolía de las horas que acaban de morir, siento melancolía del presente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy tuyo ese escrito, pero eres tú más hace cuatro años... Estás retornando?¿ Pensé que estabas más cerca de la alegría duradera.